UNA CITA CON BADOO

El otro día quedé con una amiga a la que hacía tiempo que no veía, fuimos a comer juntas y me estuvo poniendo al día de sus últimas novedades. Pasamos la tarde paseando por Madrid, que está precioso en esta época del año, ya están puestas las luces de Navidad. Ella es de fuera de Madrid y no tiene familia cerca, por eso me contó que quería conocer a gente nueva y se había decidido a probar la dating app de Badoo. No sabía que la usaba, de hecho era la primera vez, hace poco se decidió a unirse a formar parte de su comunidad. Por lo visto le llamo la atención una de las fotos de perfil de un chico que le dio buena impresión, de esas fotos que miras su sonrisa y te da buena espina. Me dijo que antes de hablar con él vio que su perfil estaba verificado en diferentes redes sociales como Facebook y Instagram, por lo que le dio un poco más de seguridad. Al ver su perfil se dio cuenta de que tenían algunos amigos en común, ya que reconoció a uno de sus amigos en una de sus fotos. Típico amigo de amigo con el que nunca habías coincidido pero que esto ya te da una referencia, así que decidió mandarle un mensaje. Nunca me imaginé que fuera tan lanzada y me alegre mucho de que se decidiera a hacer un research y hablarle con la excusa de tener conocidos en común. Empezaron a intercambiar mensajes, y quedaron. Estaba un poco perdida y algo nerviosa y me pidió consejos.

Yo como sabéis llevo bastantes años con mi novio y antes de que empezásemos a salir apenas había estas apps. A mi esta nueva forma de conocer gente me parece genial, creo que si mi situación fuera otra las probaría, me parece un buen recurso para conocer gente fuera de tu ámbito normal. Además quedar a solas con alguien que no conoces si congenias es mágico, puedes acabar conociendo sitios nuevos, viendo un lado distinto de la ciudad y sorprendiéndote de que alguien comparta alguna afición extraña que tú también tengas.

Creo que lo que más me gusta de Badoo, es su función de verificación, ya que siento que da un poco más de seguridad el saber que estas hablando con una persona real. Así que os recomiendo antes de que empiecen a hacer swipe y a quedar que comprueben que el perfil este verificado con la mágica palomita azul.

Mi amiga me preguntó cómo iniciaría yo tema de conversación, qué ponerse, a dónde ir etc. Para mí siempre hay una buena excusa para ponerme mona y le dije que no tuviera presión, que se lo tomase como quedar con un amigo. Que se conociesen como conoces a cualquiera, sin presiones. En realidad ahora la gente está muy acostumbrada a este tipo de aplicaciones y la gente ve muy normal quedar con desconocidos, ¿qué opináis de esto?, al final es una forma de conocer gente fuera de tu ámbito normal.

Llega un momento en el que no te abres a nuevos círculos y no conoces gente. Además antes de quedar tienes una primera impresión de la otra persona porque ya habéis hablado etc.

Por lo visto, me contó, que Badoo tiene varias funciones para conocer gente, por localización, y su función de Gente Cerca te permite encontrarte con todas las personas que están justo en ese momento alrededor tuyo, lo cual me pareció algo estupendo! Tiene que ser divertida una primera cita con un desconocido, la verdad, yo creo que es una experiencia que todos deberíamos probar al menos una vez en la vida, ¿quién sabe?, a lo mejor conoces a alguien muy especial y no te lo esperabas. Además estas fechas son muy especiales. Miki y yo empezamos a salir en navidades y lo recuerdo como una época muy especial, las calles, las luces, el ambiente navideño, la magia del fin de año…

Otro consejo que le di es que no llevara expectativas muy altas, que simplemente pensara en pasar un buen rato. En realidad una cita así, como yo lo veo, es para empezar a conocerte, hablar del trabajo, aficiones, estilo de vida... Y si tenéis algo en común genial y si no pues has pasado un rato diferente conociendo gente y explorando un lugar nuevo.

Ideas de un look para una cita.

¿Habéis probado alguna vez este tipo de apps?. Siempre hay que dar una oportunidad a todo y además es una buena excusa para estrenar algo bonito, ponerse guapa y probar sitios nuevos donde cenar.